El comercio minorista trabaja a toda velocidad para responder a la demanda de un sinfín de productos, por lo que hoy es fundamental agilizar los procesos y evitar pérdidas de dinero, productos y tiempo.
Las cadenas de suministro trabajan día a día en cientos de procesos para cumplir con las demandas y necesidades de los consumidores, sin embargo, además de ofrecer un excelente servicio externo, deben ocuparse de proteger sus activos para evitar pérdidas y desestabilizar el negocio.
No es un secreto que el comercio evolucionó a grandes pasos en los últimos años, y con ello una serie de factores que conforman la logística. La experiencia final del consumidor debe ser excepcional, pero potenciar los servicios también implica detectar anomalías e integrar flujos de trabajo internos.
“Cuando una compañía monitorea en tiempo real lo que sucede dentro de su tienda o centro de distribución, tiene la información necesaria para proteger sus activos, minimizar las mermas, el desperdicio de productos, la pérdida de efectivo, el robo y fraude”, explica Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile.
En ese sentido, el comercio debe contar con soluciones tecnológicas dirigidas a la prevención de pérdidas que permitan detectar patrones y anomalías. Este es un factor prácticamente obligatorio hoy en día, ya que su uso proporciona de forma práctica descifrar big data y potenciar acciones correctivas oportunas.
Tecnologías accionables
A medida que los flujos de trabajo aumentan, los minoristas han tenido que redefinir sus estrategias de protección e integrar tecnologías y soluciones. Cuando una compañía se enfoca en la prevención de pérdidas, se asignan acciones a las personas más capacitadas para abordar cada oportunidad en tiempo real.
“Para conseguirlo, implementar tecnologías como RFID permite realizar el procedimiento de captura de activos de una manera más rápida y ágil, identificando y auditando los mismos en cuestión de minutos. Esto facilita la detección temprana de cualquier anomalía y mantiene el negocio en orden”, detalla Navarrete.
La clave de esta tecnología de etiquetado, es que ofrece un acceso rápido a los inventarios, controlándolos tanto en tienda como online. Asimismo, facilita la recepción de productos
sin necesidad de usar papel, agilizando los procesos y evitando caer en errores.
Minimizar la pérdida de inventario es fundamental para que el comercio se enfoque en lo más importante: la satisfacción del cliente. Detectar el fraude, monitorear y evitar errores será clave para que las compañías eleven sus niveles de servicio y se anticipen a cualquier vulnerabilidad.
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