STG, empresa especializada en soluciones tecnológicas para logística y otras industrias, destaca la importancia de garantizar entregas ágiles y eficientes en temporadas de alta demanda, como San Valentín, para ofrecer una experiencia satisfactoria a los clientes.
San Valentín es una de las fechas más importantes para el comercio, donde la demanda de chocolates, flores, regalos y cenas especiales alcanza su punto máximo. En este contexto, la logística de última milla juega un papel fundamental para garantizar que cada detalle llegue a tiempo y en perfectas condiciones a manos de los destinatarios.
Las empresas de e-commerce y los retailers enfrentan un reto significativo durante esta temporada: gestionar un volumen de pedidos que puede triplicar el promedio habitual.
Ante este escenario, las empresas, a través de sus cadenas logísticas, se preparan para atender la alta demanda de pedidos, implementado soluciones tecnológicas que les permitan lograr la entrega oportuna de productos. “Ante las altas expectativas de los clientes en estas fechas, las empresas están optimizando la última milla, para simplificar y optimizar las operaciones de entrega” explica Ulrich Reiser, Country Manager de STG en Perú.
La solución de Última Milla juega un papel crucial para optimizar las rutas de entrega, reduciendo los tiempos de espera y mejorando la experiencia del usuario final. Gracias a la implementación de inteligencia artificial, machine learning y herramientas de geolocalización en tiempo real, las compañías pueden agilizar la distribución, evitar congestiones y minimizar los errores en la entrega.
En la actualidad, diversas empresas ya apuestan por esta solución, logrando reducir hasta en un 30% los tiempos de entrega y mejorar en un 25% la satisfacción del cliente en fechas críticas como San Valentín. En Latinoamérica, mercados como México, Brasil, Argentina, Chile y Perú ya han experimentado un crecimiento significativo en la adopción de estas tecnologías.

Medidas para perfeccionar los procesos de entrega a los clientes finales:
- Optimización de rutas: Diseñar trayectos más eficientes para los conductores considerando factores como límites de carga, horarios y restricciones geográficas. Además, la flexibilidad en la planificación permite ajustar las rutas en tiempo real, añadiendo o eliminando paradas y reorganizando el orden de las entregas según sea necesario.
- Preservación de los productos: Para garantizar la calidad de los artículos sensibles a la temperatura, es fundamental mantener condiciones de almacenamiento y transporte adecuadas. Las cadenas de suministro deben asegurar un control preciso de la temperatura en tiendas, centros de distribución y vehículos de entrega, evitando cualquier deterioro en su estado o composición.
- Supervisión de flota y conductores: Mediante el seguimiento en tiempo real de la ubicación, recorridos y paradas de los vehículos, es posible calcular con mayor precisión la puntualidad en las entregas. Ante cualquier imprevisto, la empresa puede comunicarse directamente con los conductores para gestionar entregas fallidas y resolver cualquier inconveniente de manera eficiente.
- Comunicación proactiva con el cliente: Mantener a los clientes actualizados sobre el estado de sus pedidos a través de canales como WhatsApp, SMS o correo electrónico es fundamental. Esto les permite recibir información clave, como la fecha y el horario estimado de entrega, brindándoles mayor confianza y control sobre su compra.
“La solución de última milla no solo se garantiza la entrega de productos, sino que también optimiza la eficiencia operativa y mejora la experiencia del cliente. Tener una gestión adecuada de esta etapa permite a las empresas tener un mayor control sobre sus procesos logísticos ya que pueden acceder a informes y métricas detalladas sobre sus operaciones de entrega, lo que facilita la toma de decisiones estratégicas y el incremento del rendimiento de su operación”, finaliza Reiser.