Identificación, seguimiento y gestión sin errores de los productos que se comercializan son algunas de las tareas que facilitan las etiquetas con tecnología de identificación por radiofrecuencia.
“Justo estaba en una reunión con un importante retail del mercado’, dice Leonardo Navarrete, chief commercial officer de la compañía de tecnología logística STG, al comenzar la entrevista por videollamada. Entre los asuntos que abordó con su cliente estaba la necesidad de contar con inventarios más precisos. ‘Los niveles del inventario en el mercado retail se sitúan hoy entre el 60% y el 70%, lo que significa que de cada 100 productos que venden, 30 no están disponibles o no se pueden encontrar’.
En el pasado, esto podía no preocupar a los comercios, pero con el auge de las ventas en línea en los últimos años, se ha vuelto impensable no tener una trazabilidad completa de los productos, lo que se consigue adoptando la RFID (tecnología de identificación por radiofrecuencia), explica Navarrete. Esta tecnología permite una precisión de hasta el 99% en los inventarios, mediante la transmisión de datos de los productos por señales de radiofrecuencia almacenadas en tarjetas o etiquetas con microchips.
Además, la RFID acorta los tiempos de trabajo. Si una empresa tarda entre 24 y 48 horas en inventariar una zona, con esta tecnología puede hacerlo en media hora, y con información precisa, añade Navarrete. Esto se consigue cuando los productos etiquetados comunican el tipo de contenido, la cantidad de mercancía y otros detalles al pasar por un portal o cuando una pistola escáner detecta el dispositivo a la entrada o salida de una bodega o tienda.
Aunque pueda parecer nueva, esta tecnología no lo es. Se creó hace unos 20 años, explica Yanine Arellano, VP of Operations Latam en Mojix, un proveedor de software de gestión de la cadena de suministro que procesa flujos de datos procedentes de sensores, como la RFID.
En la actualidad, esta tecnología, combinada con la ciencia de datos, puede automatizar inventarios, analizar anomalías, el comportamiento de los clientes, los resultados de las campañas de marketing, entre otras tareas.