Cuando se habla de diagnósticos logísticos, específicamente abarcando el tema de la gestión del supply chain, uno de los problemas más comunes es el efecto látigo. Este puede ser explicado como un cambio inesperado de inventarios en respuesta al súbito incremento de demanda del cliente.
Se le suele atribuir ese nombre porque basta con una sola variación al principio de un proceso para provocar un gran impacto al final. En dicha metáfora, quienes se ven afectados por el impacto final del látigo son los proveedores de materias primas. Por el contrario, quienes propician el movimiento son los consumidores.
Para entenderlo mejor, analicemos el siguiente ejemplo:
En una empresa, la demanda de productos incrementa debido a las compras y grandes encargos por parte de los consumidores. Para satisfacer las necesidades de estos, se debe mantener un mayor número de artículos en el inventario. Esto ocasionará que el proceso de producción de los mismos varíe notablemente.
Como consecuencia, la compañía necesitará que sus proveedores le proporcionen más materia prima para realizar un correcto proceso de producción, mantener un inventario adecuado y complacer el creciente volumen de pedidos. Teniendo esto en cuenta, es importante saber cuáles son los factores que contribuyen en su creación y cómo se puede reducir para que puedas evitar futuros problemas empresariales.
¿Qué factores contribuyen en la creación del efecto látigo?
Existen diversos factores que originan el efecto látigo en los supply chains, entre estos se encuentran:
Falta de comunicación entre cada eslabón del supply chain
Sin una comunicación adecuada, los procesos de los eslabones del supply chain estarían en problemas. Los gerentes pueden percibir la demanda de un producto de manera muy diferente y, por lo tanto, pedir diferentes cantidades.
Políticas de devolución gratuitas
Los clientes pueden exagerar intencionalmente las demandas debido a la escasez de suministros y, luego, cancelar cuando este se estabilice. Sin un proceso de devolución adecuado, se originaría un exceso de material.
Ordenar por lotes
Es un problema porque, cuando se ordena por lotes, las empresas no pueden realizar un pedido inmediatamente a su proveedor. Por lo que, en ocasiones, la demanda podría ser generada y acumulada. Por consecuencia, tu empresa podría presentar dificultades, ya que ofrecería ofertas que podrían o no ser aceptadas.
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¿Cómo puedo minimizar el efecto látigo?
Cada industria tiene su propio supply chain, ubicaciones de inventario y complejidades únicas. Por lo tanto, lo adecuado es analizar el efecto látigo e implementar pasos de mejora. A continuación, te mostraremos algunos de los métodos para minimizar el efecto látigo.
Aceptar y entender el efecto látigo
El primer y más importante paso hacia la mejora empresarial es reconocer la presencia del efecto látigo. Muchas empresas no distinguen cuando existen altos inventarios de reserva a lo largo de su cadena de suministro. Por lo tanto, un análisis detallado ayudará a descubrir los excedentes de inventarios inactivos. De esta manera, los administradores del supply chain pueden tomar medidas correctivas y establecer normas.
Alinear tu supply chain
Reducir la cantidad de proveedores y los niveles de tu supply chain pueden facilitar una mejor comunicación entre los equipos, así como disminuir la oscilación que crea el efecto látigo. Para esto, el uso de la tecnología de automatización puede ayudar a vincular todos los aspectos del supply chain y consolidar los canales de comunicación.
Mejorar el proceso de planificación de tu almacén
Una adecuada planificación del inventario ayuda a reconocer la demanda estacional, la demanda prospectiva, el lanzamiento de nuevos productos y la descontinuación de los antiguos.
Para esto, es necesario contar con softwares y programas de gestión de almacenes. Recuerda que optar por uno de los dos depende enormemente de tu almacén y logística, como del tamaño de tu empresa. Para este tipo de situaciones, lo mejor es optar por aquel que será capaz de adaptarse mejor tanto a tu actividad empresarial como a tus necesidades.
Intercambiar información entre gerentes
Todo problema debe ser notificado, esto aumenta la colaboración entre diferentes departamentos y perfecciona el desempeño. Además, proporcionar reuniones interdepartamentales regulares y estructuradas mejora el proceso de toma de decisiones.
Minimizar las ventas y descuentos
Mantener un precio estable, incluso durante las fluctuaciones del mercado, disminuye el efecto látigo, ya que se fomenta un flujo regular de demanda de los clientes. No es necesario ofrecer rebajas ni descuentos todo el tiempo. Por el contrario, podrías optar por mantener los precios sin enormes variaciones durante todo el año.
De esta manera, no solo mantienes un flujo de demanda regular, también generas fidelidad por parte del cliente.
Evitar los descuentos por volumen
A pesar de que los descuentos son buenos, cuando son por cantidades irregulares suele aumentar innecesariamente los niveles del inventario. Esto debido a que se generan enormes ofertas para demandas que, muchas veces, no superan el número de productos en venta. Por el contrario, fomentar pedidos de acuerdo a las necesidades del cliente ayuda a mitigar el efecto látigo.
Mantener una compañía en óptimo estado, ofreciendo ofertas que cumplan todas las necesidades del cliente, es el sueño de todo empresario. Por lo mismo, cuidar que no se generen mayores ofertas a las demandadas es algo fundamental. De lo contrario, tu empresa obtendrá pérdidas económicas.
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